Seis Lecciones sobre la pasión en lo que hacemos – Parte I
La palabra pasión tiene muchas connotaciones dependiendo del contexto en que la usemos. Como por ejemplo en el amor, la religión o la profesión. La real academia española dentro de sus definiciones nos ofrece la siguiente:
“Apetito de algo o sentimiento vehemente a ello”
La cual seguramente hemos usado cuando por ejemplo decimos algo como “El atletismo es mi pasión” o “Te amo apasionadamente” cuando tenemos sentimientos vehemente hacia otra persona. Pero al mismo tiempo, esta definición también aplica cuando nos referimos al ámbito laboral o profesional “Esta persona es una apasionada por su trabajo, proyecto o profesión”
Alguien dijo “La pasión es la capacidad de hacer lo que te apasiona y de disfrutar de cada momento al máximo” Comparto este dicho y basado en mi experiencia la pasión es el combustible para alcanzar tus sueños o metas.
Me gustaría compartir 6 lecciones que aprendí a lo largo de mi vida sobre la pasión en lo que hacemos.
- Te llena de energía: Oprah Winfrey dijo “La pasión es energía”. La pasión es como el combustible para el carro, que te permite andar. Cuando somos apasionados, somos perseverantes, hacemos frente a las oportunidades, así como a los retos que se nos presentan. Estamos dispuestos voluntariamente a ir la milla extra para alcanzar el objetivo, la meta que nos hemos trazado.
- Influenciamos a otros: John Maxwell dijo “La verdadera medida del liderazgo es la influencia, nada más, nada menos”. La pasión es contagiosa, sientes una fuerza que te impulsa a compartir con otros lo que estás haciendo, tu visión, los objetivos que persigues y terminas siendo un inspirador y ejemplo para seguir. Impulsa la innovación: Cuando tienes un sentimiento vehemente por lo que haces te lleva a buscar, encontrar e implementar mejoras en tu producto o servicio que te permitirán diferenciarte e incrementar tus ventajas competitivas. Al mismo tiempo, contribuirá a aumentar la satisfacción y fidelidad de tus clientes.
- Motiva a tener una mentalidad de crecimiento continuo: lo que implica que puedes desarrollar a través del esfuerzo, la constancia, la enseñanza y el entrenamiento, tus talentos y tus destrezas lo que te permitirá estar al día con las tendencias, técnicas, tecnologías y potencial clientes.
- Ser valiente: La pasión genera una motivación especial que te lleva a ser valiente. Que aviva la llama de tus talentos, tus destrezas y te lleva a descubrir un mundo de oportunidades que antes no veías. Te llena de perseverancia, entusiasmo y muchas ganas de seguir adelante y enfrentar los reveses con denuedo y aprender de ellos.
- Ser ingenioso: La pasión tiene la capacidad de generar adrenalina que despierta o incita tu inventiva la cual produce nuevas ideas, soluciones, productos, conceptos para llevar a cabo tu visión, plan o propósito. Estas lecciones fueron cruciales en mi rol como un ejecutivo exitoso en compañías multinacionales. Una instancia memorable involucra a nuestro equipo de ventas en una empresa tecnológica, que en ese momento estaba completamente inmerso en las transacciones de ventas del trimestre actual, en lugar de adoptar una perspectiva de desarrollo empresarial a mediano plazo. Este desenfoque evidenciaba la necesidad de un cambio cultural. Transformar una cultura organizativa arraigada es un arduo desafío, una tarea en la que me embarqué con pasión.
Fue entonces cuando decidí articular una estrategia para revitalizar nuestra trayectoria de ventas. Con un fervor incansable, compartí mi visión con colegas que también vieron el potencial de esta transformación y los beneficios que podría aportar a nuestro negocio. Diseñada en torno a las necesidades del cliente, nutrida por investigaciones de mercado y segmentación precisa, esta estrategia no se limitó únicamente a un enfoque superficial. De hecho, abarcó un exhaustivo plan de marketing, destinado a generar oportunidades y maximizar nuestros resultados.
En el corazón de esta estrategia estaba la convicción de que no solo podíamos mejorar nuestras ventas a corto plazo, sino también construir cimientos sólidos para un crecimiento sostenible. Esta noción trascendía el impulso de los resultados trimestrales y nos llevaba a considerar el panorama más amplio.
El proceso de cambio no fue exento de desafíos. Enraizar nuevos enfoques y valores en la cultura organizativa existente requería un esfuerzo concertado y constante. Sin embargo, la pasión que impulsaba esta transformación y el respaldo de aquellos que compartían mi visión resultaron ser motores inquebrantables. Con el tiempo, pudimos observar cómo las decisiones basadas en esta estrategia comenzaron a generar resultados tangibles. Nuestra relación con los clientes se volvió más sólida y duradera, y nuestra influencia en el mercado se fortaleció.
Esta experiencia subraya la importancia de una visión audaz y de perseverar en medio de la adversidad. A pesar de las dificultades inherentes a cambiar una cultura organizativa, aprendí que, con la pasión correcta, la estrategia adecuada y la colaboración de individuos comprometidos, incluso los cambios más profundos son posibles. En última instancia, esta experiencia no solo mejoró nuestro enfoque de ventas, sino que también consolidó mi convicción de que un liderazgo valiente y una visión clara pueden transformar el rumbo de una organización y allanar el camino hacia el éxito sostenible.
La pasión por este proyecto contagio a otros, nos dio perseverancia para continuar con su ejecución y a ser ingeniosos, creativos para dar una solución prescriptiva a una situación compleja.
¿Tienes un sueño, una meta, un proyecto que deseas alcanzar? ¿Estas apasionado por lograrlo? En la segunda parte de este blog compartiré un acrónimo que desarrollé con pasos necesarios, basado en mi experiencia profesional, para hacer realidad los proyectos y metas. Así que te animo a que me acompañes.
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